Una ostra le dijo a otra que estaba junto a ella: Siento un gran dolor dentro de mi. Es pesado
y redondo. y me hace daño.
Y la otra ostra contestó con orgullo complaciente: Alabado sean los cielos y el mar: yo no
siento ningún dolor. Me siento bien y tan entera por dentro como por fuera.
En ese momento, un cangrejo que acertó a pasar oyó a las dos ostras y le dijo a la que estaba bien
por dentro y por fuera: Si, te sientes bien y entera: más el dolor que sufre tu vecina es una perla
de sin igual belleza.
- Gibran Jalil Gibran.