Lagrimas y risas

A orillas del Nilo, en el albor del crepúsculo, una hiena encontró a un cocodrilo se detuvieron y se saludaron.
La hiena habló y dijo: Que tal le va señor?
Y el cocodrilo contestó: Mal. A veces lloro de dolor y de tristeza, y entonces las criaturas dicen: "Son lagrimas de cocodrilo". Y eso me hiere hasta un limite indecible.

Entonces la hiena habló: Hablas de tu dolor y de tu tristeza. Más piensa un momento en mí. Me admiro de la belleza del mundo, de sus maravillas y de sus milagros, y llena de alegría me río cuando el día ríe. Y la gente de la jungla dice: "Es la risa de una hiena".

- Gibran Jalil Gibran.